martes, 21 de septiembre de 2010

Tormenta eléctrica

Me levanto y respiro por primera vez. El aire sabe a ti. He soñado que estabas a mi lado esta noche, y he despertado sin ti.


En la cocina me esperan tostadas y huele a quemado. Mermelada de naranja, sabor agridulce, el que tu lengua me ha dejado. Me desperezo para devolver los pies al suelo, y me pego una hostia contra el cristal de mi realidad.


¿Cómo olvidarme del tacto de tu piel? ¿Cómo olvidar el vapor de tu aliento? Intento que la primavera no estalle sobre mi costado, pero es que soy metal y tienes un imán en los labios. [Déjame relajar la respiración]


Azufre, miel y pólvora mojada flotan en el aire estancado de mi habitación. Y yo sin ti. Hay dos escarabajos sagrados encerrados entre tus párpados, y un halo de luz en tu pelo. El Caballero Oscuro, a tu lado, un imitador.


Y hay minutos que retroceden y se arrastran contra mi marea. Tiran hacia atrás y me aprisionan las corrientes en la jaula de tu recuerdo. Como dos batracios contra el asfalto, como dos mosquitos en el ámbar, como una serpiente y su cola, pegados pegados.


Levanto la vista al cielo y miro al sol que me abraza en su calor. Hay una esquinita llena de flores sumergidas, que mi boca calla por no causar tu estampida. Un deseo al viento viajando en una estrella fugaz. Que te lo diga él.

Una tormenta eléctrica.
Aquí huele a naufragio y mi corazón ya ha encallado.

1 comentario:

  1. Es muy bonito.
    Además, te admiro, pues nunca he conseguido hacer un buen texto rimando.

    PD: Hace poco estuve en Valencia y me acordé de ti, aunque no se si vives en la capital (:

    Un saludo y hasta la próxima.

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