domingo, 24 de octubre de 2010

Arriba-Abajo

Imagínate que estás, como de niña, subida en el columpio. Y te ríes y te ríes, el mundo pasa a tu alrededor a una velocidad tremenda, todo viene y va. En tu cara está la sonrisa más grande que jamás imaginaste tener, y el viento te sopla la melena hacia atrás y hacia adelante, como una caricia de sus dedos incorpóreos.

Y entonces, por unas cosas o por otras, saltas. Y crees que vas a caer de pie, pero te pegas un tropezón y sales rodando por el suelo. Te clavas las piedras y te haces unos moratones enormes en las rodillas. Te ríes otra vez para que no te vean llorar.

Y es ahí cuando el matón imbatible de la clase aprovecha el lugar que has dejado, se sube en el columpio, y tú te quedas mirando. O cuando el columpio no se para y tienes la certeza de que, si te acercas, te pegarás con él en los morros.

La vida para mi es eso. Intentar subirme otra vez en un columpio que se mueve. Saltos en los que caigo de espaldas a la arena del parque, o si hay mucha suerte, el hierro me golpea el culo o los riñones. Y vuelvo a gritar "¡¡AU!!" antes de seguir intentándolo.

Así que, cada vez que me acerco, ya tengo miedo de que me pegue en los morros.
O por detrás, que duele mucho más.

viernes, 22 de octubre de 2010

Irracional

"Lo primero que cambió Verónica de Óscar fue su aspecto. Luego se centró en sus hábitos alimenticios. Y cuando creía que estaba todo organizado, Verónica se encontró con algo de Óscar que no podía cambiar: su Pasado."
- Cuestión de Sexo

Si hay algo que nos aterra y nos duele, es el pasado. Aquello de los demás o de uno mismo que no conocemos, donde se hunden las raíces de todo lo que no podemos entender. Antes o después nos damos cuenta de que lo que vemos son frutos de la savia recogida en esas raíces. Y nos entra miedo.

Tenemos miedo a que nos engañen, miedo a ser segundos platos o premios de consolación. Miedo a que aquella o aquél que estuvo antes de nosotros se refleje en nuestra cara cuando quien queremos nos mira. Celos irracionales del tiempo, ansiedad por no poder controlarlos, odio ciego a lo anterior.

A veces me da por tener miedo a darme cuenta de que lo que creo real no es más que una ilusión, de que se me caiga un velo al suelo y darme cuenta de que estoy sola. Miedo a que lo antiguo vuelva y se lleve lo que tengo sin que yo pueda hacer nada. Miedo a que aparezcan caras, como si de Poltergeist se tratara, en las paredes cuando quiero dormirme. Miedo a oír determinadas palabras. Miedo a convertirme en un perro de mí misma.

Y es algo irracional.




jueves, 21 de octubre de 2010

Con los ojos quemados

Si tuviera una enfermedad degenerativa que me hiciera ir quedando ciega poco a poco...
si la tuviera...
¿Habría alguien que me acompañara a ver toda la belleza del mundo?
¿Alguien me llevaría a contemplar cada paisaje?
¿Alguien me animaría a memorizar el alba, los colores del cielo?
¿Quién se preocuparía por enseñarme el arte del mundo?
¿Lograría retenerlo todo en mi memoria?

Si lo pienso me da miedo el tiempo. Quedarme sin tiempo para ver todo lo que existe, para conocer las cosas hermosas, para aprender cada día algo nuevo. ¿Y si me quedo sin tiempo? ¿Y si me muero mañana, de repente, atropellada por el autobús?

Si supiera que de repente todo lo que conozco desaparecería y me quedaría encerrada en una bola de oscuridad, abriría más los ojos a mi planeta. Disfrutaría aún más de los paseos bajo los árboles, viendo cómo la luz del sol se filtra entre sus hojas creando diminutas ventanas a las estrellas en pleno día.

Haría el muerto en el mar, sentiría las olas meciendo mi cuerpo mientras miro el cielo y retengo sus colores. Me fijaría más cuando el cielo se vuelve verde en el crepúsculo, una hora mágica, como cuando se tiñen de púrpura las nubes.

Hoy desde el metro he visto el cielo abierto sobre el lejano tanatorio, chorros de luz dorada se desparramaban en ésa ilusión óptica que mi ángulo me ha permitido.

Tengo la vista sedienta, quemada de tanto asfalto. Días inagotables, una sucesión de amaneceres y salidas de la luna.

Que alguien me saque de aquí, por favor.

sábado, 2 de octubre de 2010


No te preocupes cariño.


Si hago algo malo luego te compro flores.







-Cuestión de Sexo-