sábado, 9 de enero de 2010

Regalos de navidad

Hace unos días que acabaron las fiestas de Navidad.
Oh, sí. Qué pena. ¬¬

Todas las vacaciones esperando que llegara el 7 de enero y apareciera algo en una caja monísima de la muerte con un lazo rojo de proporciones gigantescas. ¿Tan difícil es regalar una bufanda? ¿O unas manoplas? ¡Coño, que me estoy muriendo de frío cada vez que salgo a la calle, un poco de caridad!

Toda mi vida Papá Noél me ha odiado, y eso ya lo tengo asumido desde que bailaba en el patio las Spice Girls. El viejo de rojo nunca ha pasado por mi casa por muchas galletas que le dejara en la mesa del comedor. Ya me advertían mis padres, que estos norteños vienen aquí a ponerse borrachos y a ponerlo todo hecho un asco, pero que a la hora de trabajar...

(Por cierto, Papá Noel, sé quien eres, y he comprobado que es cierto éso de que sólo trabajas un día al año. ¡No te pagamos para esto! A este paso vas a irte a dormir la siesta bajo tierra antes que acabar Canción, lo estoy viendo. *grrrrrr* ¡Ponte a escribir, hombre ya!)

El caso es que yo no sé qué les he hecho este año a los Reyes Magos para que me maltraten de este modo. Cuando me levanté con toda mi ilusión y la típica bolsita de tela que prepara mi madre a mis primos con cuantiosas cantidades de billetes que nadie sabe de dónde saca, pensé:
"guay, no es que sea muy personal pero esto me encanta"

Sí, claro. Mi madre se tenía que estar echando unas risas que lo flipas.


Ya frotándome las manos, salivando cual mosca sobre comida humeante y vísceras, doy mil gracias a mis progenitores, los abrazo (contar el dinero delante de quien te lo regala queda feo) y los besuqueo como si acabaran de hacerme la persona más feliz del mundo.

Hecho esto procedo a abrir la bolsita y a pensar en qué hacer con el dinero, qué parte ahorrar y qué parte gastar... Y me encuentro esto:


Y no, no os creáis que estaba repe o algo.
No. 20 euros así, a secas, 20 euros llorando dentro de una bolsita de papel brillante. 20 euros para ponerme saldo en el móvil.

Creo que nunca he hecho mayores esfuerzos en poner una cara de alegría en mi vida. Intuyo que no pude ocultar muy bien las ganas de devolver los 20 euros al bolsillo de donde habían salido... y es que la bilis se me estaba subiendo a la boca a cada milisegundo que intentaba mantener la sonrisita de los huevos.

"Muchas gracias, jejejeje... ya tengo para una taza, jejejeje"

Lo gracioso está cuando viene mi primo a merendar y le sacan un sobrecito con sesenta aurelios bien puestos y una notita que dice "Tus tíos y tu prima. Feliz Navidad y pásatelo bien"
...
.....
......
........
¿"Tus tíos y tu prima"???? Tu prima sólo desea rajarte el cuello para quedarse con ése sobre que tanto necesita porque aún va con camisetas de manga corta y es enero, pero sí, !FELIZ NAVIDAD!

¬¬

(Cómo odio al mundo en estos momentos)

No os engañéis.
La verdad es que no soy para nada una persona a la que regalarle cosas sea difícil, me conformo con cualquier cosa. Lo que pasa es que cuando me acuerdo de los dichosos veinte euros me convierto en Mr.Hyde y tengo instinto asesino.

A ver, Reyes Magos:
Para el próximo año cogéis y me podéis traer lo que sea, como si me queréis traer unas chanclas para la piscina del Playboy o un cinturón de pelo de mofeta con olor a corneja muerta bañada en champange del 96. Pero, por favor, si pensáis traerme un billetito huérfano, mejor me traéis una postal de Oriente. El mundo (y yo sobre todo) os lo agradecerá. Y me hará ilusión y todo.
Gracias.


*Como ejemplos, os voy a dejar unas ideas para el año que viene no hacerme pasar por este mal trago, jodíos:

1. Una Monja portátil.
Quedaría genial encima de mi mesita de noche,
sobre todo si tiene como despertador el Padre Nuestro cantado por Bisbal.
*suspiro* ¡Ay! La de interesantes discusiones que tendríamos...

Es un regalo que toca el corazón:
Esta monja es lo mejor para recordar el colegio, oigan.
(y a laputamonja que nos encerraba en el armario de la biblioteca)

2. Una práctica libreta de mármol
Como sabéis que me encanta escribir, una libretita de piedra.
Sí, sí, como en la antigüedad. Cinceles incluídos. Una ganga.

De paso que mejoro mi caligrafía practico epitafios, qué maravilla.
(Ya te puedes morir tranquilo, Papá Noel, yo escribiré lo
que te falte de Canción de Hielo y Fuego en tu lápida)



2. Zapatillas de estar por casa
Regalo típico, seguro y agradecido. A todos nos gusta tener los pies calentitos, y más si son dentro de la cabeza de Freud.
Lo mejor es que puedo sentir que estoy chafando a mi profesor de filosofía a cada paso que doy, como los egipcios. Eso sí, hay que tener cuidado con que el olor a pies no llegue a impregnar la pelusa.
Si no, las hemos cagao.




¿Y a vosotros?
¿Qué os gustaría que os regalasen esta navidad? ¿Y qué os han regalado?


Besitos y gatitos para todos

3 comentarios:

  1. Jajajaja, pero... ¿es en serio? ¿Solamente te han regalado 20€? ¿Y a tu primo 60? Es que no tiene sentido. xD

    Bueno, me alegro de leerte de nuevo. :-)

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  2. xD lo juro, lo juro!
    todo en mi familia es un poco surrealista...

    por cierto, me alegra volver a escribir y que me lean! =)

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  3. Siempre que escribas, te leerán. ;-)

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