lunes, 15 de marzo de 2010

Creer y Tener


Es imposible creer en el amor.

El ser humano tiene un mecanismo de autodefensa que consiste en odiar lo que pierde después de llorar por él. Como un niño ama a su osito y, cuando lo pierde, se enfada tanto que acaba dejándolo de buscar después de los mayores esfuerzos por encontrarlo. En el fondo todos seguimos siendo niños chillones y egoístas...

Cuando uno está enamorado, el mundo se vuelve de color amarillo. No, rosa no, amarillo. Parece que todo reluce de oro, incluso el cielo. Nos deslumbra cada detalle, cada pequeño trocito de cristal, cada charco del suelo. Crece un globo en nuestro estómago que nos empuja hacia arriba por el cielo, más allá de las nubes, y nos deja suspendidos para que admiremos el paisaje.

En ése momento el amor forma parte de cada cosa que vemos, de cada poro de nuestra piel, de cada velo que nos colocamos frente a los ojos. El amor ESTÁ. No se cree en él, se TIENE, es TANGIBLE y REAL.

Y, cuando el globo se explota y caes, caes, caes al vacío, el mundo se vuelve de arco iris. Ves cada color tal y como es, se cae el velo amarillo que cubría tu rostro y se queda arrugado a diez metros de tí. Diez metros que, con el cuerpo hecho astillas y puré, te son incapaces de recorrer.

No entiendo a la gente que Cree en el Amor.
En realidad, lo que no entiendo es cómo pueden creer en él.
O lo tienes, o no lo tienes...
siempre puedes soñar que conseguirás ver el mundo de dorado, pero
si no lo ves, no lo es.

En lo que se puede creer es en la felicidad
y en encontrar una persona a la que amar.
Bueno, y que te corresponda.

El Amor por sí mismo no te va a sacar de ningún pozo.
La persona amada sí.

1 comentario:

  1. Se puede creer en que existe algo que transforma a una persona normal y corriente en la persona amada. Eso es el amor, que viene y va, y por supuesto existe. :-)

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